jueves, 8 de diciembre de 2016

¡Aprende a esperar!

Madurez implica tener conciencia de que cuando algunos de los que realmente amamos tienen una gran capacidad de sentir nuestro amor, pero no de entenderlo, debemos ser pacientes; reconocer que en estos casos dar ejemplo, inspirar, ser tolerantes y no forcejear espacios, razones o intereses, resulta mucho más fructífero y provechoso a la postre. Son tantas las palabras con que podríamos iluminar una mente ofuscada, pero un choque de luz a destiempo puede causar ceguera temporal o permanente. Simplemente no te entenderán, no están listos, y es cuando un consejo luce como un regaño o una confrontación. Al invadir las sombras de quienes no están preparados para ser luz, parece como si destruyéramos su mundo. El amor es paciente y siempre sabe esperar al amanecer. l

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