martes, 28 de marzo de 2017

¡Sin poses!

Perdonar es un acto de la conciencia purificada y no de la conciencia perturbada, que se hace costumbre cuando obedecer se hace rutina. No debe ser un rito religioso sin alma. Perdonar tal vez no cambie las cosas, pero sí nuestra actitud frente a los demás. Es el arte de mantenernos cristianos mientras algunos viven en la pose de aparentar creíbles. Aún así vale la pena, pues no perdonamos por la calidad del corazón de ellos, sino para sostener la calidad de la relación con Dios, quien nos perdona siempre y cuando también perdonemos. Y aunque parezcamos tontos sin remedio, tanto como para que nuevamente intenten dañarnos, seamos lo suficientemente sabios para mantener a cualquier precio la relación más importante, con Dios, ¡pues el que perdona primero ríe mejor! 

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