¡Descansa en Él!

Dios no deja cabos sueltos, aquel que comenzó la obra, la terminará, Él es un detallista, minucioso y perfecto, puntual y discreto, poderoso como los cuatro vientos. No hay hilachas sin cortar ni vasijas sin escurrir, todo está cuidadosamente calibrado en sus manos. No escatimará recursos el que sostiene las riendas de tu vida y nadie podrá arrebatarle la llave de tus victorias. Por tanto descansa, con un suspiro profundo y una sonrisa limpia mientras tus párpados se desnudan bajo la lluvia de su gracia, pues te aseguro que no hay nada que Dios pueda olvidar, nadie que pueda persuadirlo ni mucho menos que pueda sorprenderle. ¡Como música que sale del rincón y cambia el ritmo de la calle así su justicia te alcanzará y cubrirá el más mínimo detalle!