No todo nuestro acontecer es inesperado. Si observamos cuidadosamente, de algún modo hemos sido advertidos ante el peligro o la tentación. Nuestro buen Dios nunca nos deja solos en el camino, Él es la luz en nuestro andar, sea día o noche, y prometió en su Palabra, acompañarnos todos los días de nuestras vidas hasta el fin, asegurándose que nuestras jornadas estén llenas de protección y bendición.
Quizás sus métodos sean obsoletos o inusuales para ti, pero siempre son infinitamente sabios, su Palabra por cierto, es infalible, y agarrados de ella superaremos cualquier tempestad.
Sé cauto dando una lectura correcta a tus eventos, pues en medio de ellos encontrarás el susurro de Dios aconsejándote l
Son para ti, la que dice que nunca estoy, pues si me voy es porque te quedas con Dios...
domingo, 27 de julio de 2014
¡El susurro divino!
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