Un corazón puede ser tan inhóspito como un desierto y tan peligroso como la profundidad de la selva. Los caminos que lo entrelazan con la vida son caminos donde sólo los que tienen identidad, auto respeto y coraje logran atravesarlos. Salir ilesos es posible, pero no fácil. Si tu dolor, el rechazo o la soledad se han adherido a tu identidad, eres presa fácil. El placer de la aventura solo te dará alivio, jamás plenitud o felicidad. Sólo quienes aman verdaderamente la vida conocen su propósito y tienen muy claro el norte, resistirán y saldrán adelante.
Enfoquémonos en la confianza y obediencia a Dios, no aquella que nace del temor, sino que depende del abandono en Su amorosa voluntad, siempre buena, agradable y perfecta.
Son para ti, la que dice que nunca estoy, pues si me voy es porque te quedas con Dios...
martes, 30 de junio de 2015
¡Enfoquémonos!
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