La lucha diaria implica hacerlo todo sin contaminarnos. No me refiero a pecar únicamente, estoy hablando de renegar de nuestras metas, reducir nuestros sueños a la estrechez de los recursos posibles, abandonar tu entereza emocional por las presiones del entorno, rebajar tus valores a las escalas asumidas por la conveniencia de la mayoría, etc. Esa es una forma de desnaturalizarnos y echar a morir nuestro hombre interior. Tu verdadero ser, ese que no todos conocen y quienes le conocen no aceptan del todo.
No te conformes ni te apegues a sus maneras, no te postres ante sus ofertas, ni te intimides frente a sus poderes. Sé tú mismo! Cree, aunque otros renieguen, persevera, aunque otros deserten, lucha aunque todos te dejen, y ama aunque nadie te entienda!
Son para ti, la que dice que nunca estoy, pues si me voy es porque te quedas con Dios...
lunes, 3 de octubre de 2016
¡Persevera!
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