viernes, 8 de agosto de 2014

Su dedo...

Nada más desconcertante que saber que “no quieres lo que quieres”. Así hay mucha gente, tratando de avanzar entre contradicciones, con un norte copiado al carbón. Almas cansadas, alocadas, huyendo de sus sentimientos, resistiendo sus designios. Y no recuerdo nada más agotador que no reconocer lo que en realidad quieres, no saber que no sabes lo que quieres, o si no crees merecer lo que más quieres.



Tus desteñidas decisiones necesitan ser reconstruidas por la bondad Divina. Dios pone el querer como el hacer por su buena voluntad. Es mejor estar en la densa profundidad con Dios que en la superficie sin Él. Pide su guianza... La oración trae el dedo de Dios a difuminar la niebla de tus confusiones, y a borrar tus distracciones.


No hay comentarios:

Publicar un comentario