martes, 21 de julio de 2015

¡Corazón traicionero!

Cuando alguien te hace consciente de tu condición, si eres de buen corazón, lo agradeces, si no, lo aborreces. Cuando Dios mismo te l​a​ revela, si no eres noble, lo culpas, si lo eres, te rindes a Él. Las circunstancias siempre delatarán la posición de nuestro corazón y nuestro concepto de los demás.

Al fin y al cabo el corazón humano es una brújula cuyo norte debe ser el corazón divino. Quien anda con el sur como norte, se creerá a sí mismo dios, que el Creador le debe explicaciones y concesiones tal como el genio de la botella a su amo. No te equivoques, la luz no deja rastros curvos, ni la verdad hace esclavos, un corazón traicionero hace tiempo que perdió el rumbo al cielo.

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