martes, 28 de julio de 2015

¡Es Dios!

La vida cambia, las estrellas pasean el universo, el corazón palpita, los pensamientos corren como cascadas, y la Tierra rota girando sobre sí misma a lo largo de un eje imaginario que pasa por sus polos… Pero ¿cuál es el eje de nuestra existencia, qué nos mueve verdaderamente? ¿Qué nos alinea tan perfectamente a un propósito de amor y un futuro pleno? El rey David dijo: Tus ojos veían todos mis días, todos ya estaban escritos en tu libro y contados antes que existiera uno de ellos” Salmos 138:16.  ¡Sin dudas, es Dios! Tiene contados nuestros cabellos, nuestros pasos, nuestros días, aún nuestras lágrimas en su copa. Entonces, ¿qué importa hacia dónde gire la Tierra o salga el Sol? ¡Su amor es mi sentido de dirección! 

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