miércoles, 21 de octubre de 2015

¡Amor tangible​!

Amar nunca ha sido sinónimo de diversión, sino más bien de sufrimiento, siendo a su vez el gran reto de vivir y el sentido de la vida misma. O vivimos amando o siendo egoístas, de ahí que amar, de alguna manera, es mostrar el corazón, abrir el pecho, tomar las cargas ajenas como propias, ocultar el aliento, apasionarse sin mediciones, compartir tus riquezas sean muchas o pocas, entregar tus horas, días y años; amar es dejar de ser tu mismo para completar una parte de otro ser que a veces hasta ignora que le hace falta.

Solo amando hacemos a Dios visible en nuestras vidas y relaciones. Él a su vez anhela hacerse visible en cada detalle de la nuestra. ¡Amar hace visible a Dios, ser amado, lo hace tangible! 

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