No hay oración sin respuesta, pero tampoco hay oración sin obstáculos. Una muestra clara está narrada en Daniel 10:12 cuando siendo visitado por el ángel Gabriel, éste relata las fuertes interferencias que enfrentó para traer la respuesta divina a sus plegarias.
Fueron 21 largos días de oposición, lo suficiente como para desanimar a cualquiera y pensar que Dios no nos oye, no nos ama, no se interesa de nuestras situaciones o simplemente llega tarde. Pero la respuesta y ante todo el mensajero, demuestran todo lo contrario.
La capacidad de respuesta de Dios sobrepasa las oposiciones así como las mismas peticiones. El Padre envía al mismo jefe y comandante de sus huestes celestiales, si es necesario. No temas, lo que al Señor has pedido, viene en camino! l
Son para ti, la que dice que nunca estoy, pues si me voy es porque te quedas con Dios...
miércoles, 29 de enero de 2014
¡Viene en camino!
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