Camino hacia el norte de mi isla, el horizonte comienza a verse acompañado por una enorme cadena de montañas. A la distancia resulta difícil identificar cuál es la mayor. Y es al acercarnos, que la montaña más pequeña luce como la más alta y viceversa; la razón pura y simple es que identificamos mejor aquello que vemos de cerca.
Muchos, durante largo tiempo han tenido igualmente una idea borrosa de Dios, le han visto a través de religiones, grandes devotos, filosofías y hasta imágenes creadas por la mente humana. Por ello, Dios se acercó al hombre, primero en Moriah, luego en Belén y hoy tus circunstancias son el vehículo que te acercan a la falda de la montaña, pero es tu decisión quien te pondrá en la cima.
Son para ti, la que dice que nunca estoy, pues si me voy es porque te quedas con Dios...
jueves, 2 de octubre de 2014
¡Tu decisión!
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