¡Y Dijo Dios: hágase... Su voz es la voz de la eficiencia! Al darnos una voz pretende que comuniquemos cosas y que seamos su voz en la tierra, una voz que conoce su voz, creando resonancia divina en este mundo sobreviviente del frenesí cotidiano, trayendo el cielo a la tierra, siendo la voz de la esperanza, el canto de la paz, el susurro del amor y la respuesta de la fe.
Es así como muchos se identifican y comparten la sonata de un sueño, la nota vibrante de nuestras convicciones y el timbre de nuestros valores. Aunque no sueñas como ellos sueñas sus sueños. Hoy el mundo no busca a jinetes galopando sobre el eco de un ego amaestrado, quiere una voz arrodillada ante el llanto de una humanidad humillada.
Son para ti, la que dice que nunca estoy, pues si me voy es porque te quedas con Dios...
jueves, 29 de enero de 2015
¡Voz de Dios!
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