La fe es ese don invaluable que nos traslada de un mundo de tinieblas a un reino de luz. El hombre de fe no es un ser ordinario, ha sido llamado a vivir lo extraordinario. Camina en otra dimensión, tiene otra mentalidad, se atreve a soñar y vivir “lo extremo”. Siempre irá más allá que un hombre crédulo, ese que cree en Dios pero no le cree a Dios. Llegará más allá que un simple creyente, quien acepta bendiciones pero no quiere riesgos ni condiciones.
La fe te da acceso a lo intangible, a lo invisible y a lo imposible. La Palabra de Dios ha establecido que “El justo por fe vivirá”, por tanto, cuida tu manera de creer, porque como creíste será hecho.
Son para ti, la que dice que nunca estoy, pues si me voy es porque te quedas con Dios...
jueves, 10 de marzo de 2016
Por fe...
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