Leyendo Job 8:7, encuentras el sabio consejo de nunca menospreciar los principios pequeños. Esta lectura dice: “Aunque tu principio haya sido insignificante, con todo, tu final aumentará sobremanera” ¿Puedes creerlo? Esforzarse y creer contra pronósticos es la primera razón para agradar a Dios y obtener grandes recompensas; nada terminará bien sin por lo menos comenzar, primero tienes que emprender la marcha para entrar al camino que Dios te ha invitado a proseguir.
Comenzar significa romper la barrera de la inercia, ingresar a la comunidad de los atrevidos y barrer con el temor. Todos nosotros, grandes o pequeños, novatos o veteranos, experimentamos la misma cantidad de temor, la diferencia la hacen quienes por fe ven el final desde el principio y con flamante seguridad le sonríe.
Son para ti, la que dice que nunca estoy, pues si me voy es porque te quedas con Dios...
martes, 9 de agosto de 2016
¡El principio!
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