Algo importante es reconocer cuando nos encontramos entre situaciones y gente demandante, esas que nos llevan a la curva del desgaste con sus exigencias e intimidantes opiniones; sin darnos cuenta terminamos exhaustos en el último vagón del tren de sus ofensivas.
Tanta presión y tan de continuo podría convencernos de que necesitamos rendirles cuentas a quienes por hábito propio entienden que le debemos alguna explicación cuando cambiamos de parecer o nos alejamos de su influencia.
Pero no te sientas mal por guardar silencio y desligarte de las ráfagas de culpa, no todos pueden entenderte, ni todo el tiempo tienes que explicarte. El amor respeta el silencio, reposa en la confianza y se consagra en la paciencia; discierne cuando callas aunque tus palabras marquen entusiasmo. No quiere argumentos, te quiere feliz. l
Son para ti, la que dice que nunca estoy, pues si me voy es porque te quedas con Dios...
domingo, 21 de agosto de 2016
¡Te quiere feliz!
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