miércoles, 28 de mayo de 2014

¿Cuáles son los 6 motivos por los que sigues a la gente que detestas?

1047922 No los aguantas. Cada una de sus publicaciones te provoca un “¡pff!”. Aprietas los puños al ver sus selfies, sus profundos tuits a la Coelho o Arjona, y sus posts con desayunos perfectamente estudiados.




No eres el único. De hecho, has caído en uno de los vicios más comunes en la red. Se llama “hate-follow” y consiste en seguir y criticar los perfiles de personas que no sólo no nos interesan, sino que encienden tu odio.



A veces son excolegas de trabajo, exroomies, examigos de la uni o el ex innombrable —como Voldemort—, sin más, aunque también se encuentran los famosos blogueros, políticos, periodistas, “tuitstars”, “vinestars” e “instagramers”, cuyas vidas nos resultan incomprensibles.



En ocasiones los metes en tu “TL” y la mayoría de veces reservas sus perfiles para momentos en los que te apetece ser alguien “malo”, porque no tienes nada más qué hacer. Incluso existen foros, como GOMI, dedicados exclusivamente a comentar y criticar a víctimas del “hate-follow”.



Pero, ¿por qué lo haces? ¿Qué te impulsa a recrearte en la animadversión? Las teorías son múltiples, pero aquí tienes algunas hipótesis basadas en una “intensísima investigación de campo” del diario “El País”.



TE GUSTA SABER QUIÉN ESTÁ PEOR QUE TÚ




Escribe mal, cuelga fotos horrorosas, cree que hace gracia, habla como si conociera las más profundas verdades del universo: clásico objetivo del hate-follow.



Seguir a este tipo de perfiles te reconforta y te hace sentir de alguna manera superior. Quieres verle llegar al límite, comprobar hasta dónde puede llegar su capacidad para provocar vergüenza ajena, y así, recrearte en lo maravilloso que eres por contraste. Pero, ¡cuidado!, estas pequeñas ideas de autocomplacencia son adictivas y sólo provocan satisfacción por un cortísimo plazo.



ES ÚTIL PARA SABER EL DÍA DE LA SEMANA



Las víctimas del hate-follow parecen tener una enfermiza obsesión con los días de la semana. “¡Odio los lunes!”, “¡Por fin es viernes!”, “¡Qué triste estoy el domingo!”, “¡Ya llegó el ombligo de la semana!”. Es importante seguir a estos personajes para no perderte durante la semana. En ese sentido realizan una labor social y debes aplaudirles por ello.



ELLOS SON TÚ




Reconócelo. Tú también has dado grima en algún momento de tu existencia. Estas personas representan facetas que intentas corregir, o etapas de tu vida que te gustaría no repetir. Tú también fuiste así de cursi, superficial, ingenua(o), egocéntrica(o), listilla(o) y puedes volver a caer en ello. Nada mejor que un buen recordatorio de vez en cuando, para no desviarte del camino que consideras adecuado.



NADA UNE MÁS QUE EL ODIO




Por mucho que lo practiques en la intimidad de tu teléfono, tableta o laptop, el hate-follow tiene un importantísimo componente social.



Te gusta odiar a las mismas personas que tus amigos y compartir las tonterías ajenas te acerca y te hace sentir un poquito mejor con contigo mismo como grupito. Además, ¿hay una manera más reconfortante de pasar la cruda que criticando por Whatsapp? Lo siento, pero no.



El origen de involucrar odio y codependencia por saber cada paso del sujeto que tanto despreciamos responde al hecho de que en el fondo deseamos saber qué le va mal o al menos peor que nosotros.



Seguimos cada uno de sus pasos con la esperanza de encontrar en su desgracia confort en nuestros pensamientos. No es que sea una conducta sana, pero al final toda la gente es un tanto morbosa y maquiavélica.



Aunado a la anterior, no existe nada más placentero que satisfacer nuestra envidia a través de la “mala suerte” de sujetos que no son de nuestro agrado.



SABES SU “OSCURO” PASADO



Una conocida cuelga una foto de bici —toda hipster— apoyada en la puerta de una panadería orgánica donde asistirá a un concierto indie-folk con sus intensos amigos hipsters, pero ¡tú sabes que hace un año era un emo o mirrey, que ni sabía quién era Radiohead o Jorge Drexler y ni le importaba!



Cuando conoces el verdadero pasado de ciertos personajes, su esfuerzo por aparentar un nuevo estilo de vida, te resulta todavía más exagerado y esperpéntico. Al mismo tiempo, te fastidia ver que el resto de sus followers no se dan cuenta del timo. En resumen: te horroencanta ser testigo de los desesperados intentos de otros por seguir las modas de turno.



ES IMPORTANTE RECORDAR QUE NO TODOS SON COMO TÚ



Puede ser que criticar perfiles que consideras absurdos te reafirme lo maravilloso(a) que eres, pero también te recuerda que hay otras personas con otros mundos —y muchísimos seguidores— y que incluso tú puedes estar siendo víctima del hate-follow.



Quizás esta sí sea una buena práctica para devolverte a la realidad y entender que a lo mejor no eres el (la) más listo(a) ni el(la) más auténtico(a), sino todo lo contrario.



Un convencido practicante del hate-follow confesaba que para él esto era “un poco como el cigarro, que sabes que es malo, pero quieres más” y quizás es ese componente de perversión y culpabilidad, es lo que lo convierte en adictivo. De la misma manera, estos pequeños viajes por vidas que detestas te ayudan a desestresarte y te provoca risa. Un dilema, vamos.



Vía | Informador




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