domingo, 31 de enero de 2016

¡Arriba!

Cual sea tu debilidad o tu condición, cuando Dios es tu ayudador, sobrenaturalmente serás inyectado con destrezas y fortaleza que te encaminarán más allá de ti mismo. Más allá del dolor, de la apatía, del pesimismo, del error, más allá de la tentación. En mi definición de éxito concluyo que Dios es el factor determinante, como dice Juan 15:5  “Sin mí, nada puedes hacer” y tiene toda la razón, miles y miles de factores oponentes podrían traer al traste nuestros mayores logros como suprimir nuestros mejores intentos; pero cuando Dios está presente, el éxito es concluyente, no importa la dimensión de tu oponente. ¡Hoy levántate con fe como factor exponencial de tus proyectos y te reirás del porvenir! 

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