martes, 19 de enero de 2016

¡Es hora!

No hay mayor éxito que hacer lo correcto, ni mayor aplauso que el del Padre. Nuestra tarea primordial es ser sal y luz, decir bueno a lo que Dios llamó bueno, y ejecutarlo, y a lo que Dios llama malo, llamarlo por su nombre, contradecirlo, cancelarlo, rechazarlo, combatirlo pero haciendo tanto bien como sea posible para adversarlo. Cuando los hombres no se avergüenzan del mal es porque ya los ha invadido. Carcomió sus huesos y su mentalidad. Algunos hasta le llaman “mi cáncer”. El pecado es un cáncer del alma, como algunos tipos, puedes vivir con ellos largos años, pero igual te matan. Semejante es la transcendencia de cierto tipo de éxito social, apadrinado por liderazgos corruptos, pura metástasis. ¡Es hora que pasemos de muerte a vida! 

No hay comentarios:

Publicar un comentario