¡Héroes!

Vemos gente que de tanta convivencia con el peso del dolor se hacen pesimistas, y a quienes las presiones de las responsabilidades les hacen prisioneros de ansiedades, pero debes saber que nunca el miedo engendró soldados valiosos. Cobra ánimo, entiende que no existe calamidad sin oportunidad, como tampoco liberación sin promesa, todo Jericó necesita un Josué que conquiste lo inconquistable. Cuando no somos capaces de retener el legado divino, la astucia del maligno acecha para arrebatárnoslo.



Nuestra postura no sólo debe probar que podemos creer, sino comprobar que somos dignos soldados de la fe. A Dios le gusta la gente que dice lo que cree, pero prefiere a quienes hacen que otros crean en lo que dicen. La fe no sólo ha producido mártires, también héroes.