Cuando el rayo examinador del Espíritu Santo alumbre tu alma, ensombrecerá todo dolor e iniquidad ocultos en tu vida, Él desaparecerá naturalmente sus vestigios como aguas que corren tranquilas. Olvidarás ciertamente los tentadores hábitos y serás abastecido de la suficiente fortaleza para vencer las fieras tentaciones y el oleaje repentino de las consecuencias de pasadas acciones.
Dios tiene el control, prometió acompañarte éste y cada día de tu vida, no llegará tarde a socorrerte porque Él nunca se ha ido de tu lado, no necesita explicaciones, más bien tu disposición de recorrer el camino a pesar de las espinas; conoce tu sentir y te abrirá paso hacia dónde debes encaminarte, para que su consuelo te haga sentir que pase lo que pase, vivir bien siempre lo vale!
Son para ti, la que dice que nunca estoy, pues si me voy es porque te quedas con Dios...
sábado, 7 de junio de 2014
¡Lo vale!
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