viernes, 11 de julio de 2014

¡Discierne!

Cuando Dios fue a hacer algo más allá de lo normal, siempre hizo lo mismo, fue a buscar a los íntimos de Él y se les reveló. Nuestro Dios es comunicativo, sus expresiones de amor y sabiduría están estampadas en cada estrella, en cada flor, en las arenas de los mares. Su deseo es enseñarnos, guiarnos y exponernos sus planes, paso a paso, estrategia por estrategia, y mientras lo hace, Él quiere tratar con nuestros hábitos, perfeccionar nuestra disciplina, llenarnos de gloria y de poder.



Nuestro trabajo es saber escuchar, quien ama escucha, atiende y entiende. Quien escucha a Dios crece en fe y adquiere sabiduría. Sabiduría es respetar los procedimientos divinos, discernir los tiempos y aceptar que todo lo que del Señor viene es porque conviene!


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